Dark Nights: Death Metal Tomo 06

 

Tomo 06.

El campo de batalla aguarda el comienzo de la batalla final, pero las fuerzas oscuras del Que Ríe aguardan inmóviles a fin de intimidar a los rivales con su superioridad numérica. Batman y Superman conjeturan que muchos de los mundos de pesadilla debieron estar a medio acabar, por lo que ese debe ser todo el ejército del Que Ríe. Ante esa posibilidad ambos lideran la carga que da inicio a la batalla.

Por otro lado Wonder Woman y los Lobos viajan por el pasaje hacia Mundo Forja, guiados por el metal de muerte. Rodeados de una impenetrable oscuridad, Lobo señala que el viaje está resultando sospechosamente sencillo. Dicho eso unas garras emergen desde la negrura y toman la forma del último miedo que queda en la existencia: el miedo al Batman que Ríe. En el confín del universo continúa la lucha entre Perpetua y el Caballero más Oscuro. La diosa comienza a debilitarse por eso ofrece hacer un trato para detener la pelea, pero el monstruo de sombras solo se conformará con su muerte. Perpetua lanza otro ataque y consigue herirlo, pero el Que Ríe contrataca. Ella insiste en que es la única en que puede evitar que Las Manos, sus congéneres que la aprisionaron en el Muro de la Fuente, pongan su atención en el Multiverso

y lo destruyan, pero el Que Ríe anhela que eso suceda. La batalla por Tierra Prime ruge a medida que héroes y villanos actúan como aliados para acabar con la horda de pesadillas nacidas en el Multiverso Oscuro. Entretanto Wonder Woman y Lobo luchan por liberarse de las garras de la oscuridad. Esa batalla resulta inútil, por eso Lobo decide sacrificarse para que la amazona pueda llegar hasta la forja y asi crear la máquina de Lex Luthor. Pero desafortunadamente una de las garras le quita a Diana el diario con las instrucciones y la arrastra hacia la forja.

Al llegar al Mundo Forja Wonder Woman se encuentra a Darkseid. Él le informa que la forja fue inutilizada por el Batman que Ríe, y se apagará una vez que sus fuerzas obtengan la victoria en la Tierra, por lo que su misión es inútil. En el confín, el Que Ríe finalmente derrota a Perpetua y para darle el golpe de gracia, la envuelve en los mismos fragmentos que conformaron su prisión en el Muro de la Fuente. Perpetua clama que solo quería que la humanidad evolucionara, pero el Que Ríe admite conocer la verdad: los dioses como ella le temen a los humanos porque estos vieron siempre a sus benevolentes intenciones como bromas que los hacían reír. Dicho eso él destruye a la Diosa atravesándola con un puñetazo. En la Tierra, los monstruos del Que Ríe comienzan a huir y parte de los héroes piensan que han ganado la batalla. Pero Batman y Jarro presienten que algo muy malo está sucediendo, y tanto Swamp Thing como Abbie Arcane anuncian que ha acontecido un cambio súbito en el planeta. De pronto aparece el Caballero más Oscuro acompañado por su hueste de pesadillas más poderosas, aquellas que reservó para el gran final. Bruce intenta decirle a Clark lo mucho que significó para él su amistad, pero Clark lo sabe. Como es improbable que sobrevivan, Superman les indica a sus aliados que busquen a sus seres queridos para caer luchando junto.

En el Mundo Forja Wonder Woman se desespera, negándose a creer que ya no hay nada por hacer. Ella insiste en que la humanidad debe conocer toda la verdad sobre el multiverso, ya que la verdad deriva en el amor y eso es lo único capaz de enlazarlos a todos. Instantáneamente Diana repara en sus propias palabras y comprende lo que debe hacer, por eso toma su laso de la verdad y lo sumerge en el fuego que ha creado tantos mundos. En la Tierra todos los héroes se juntan a sus seres queridos para no afrontar la muerte en solitario, pero súbitamente millones de hebras del laso de la verdad se conectan a la mente de cada ser vivo y les abren las puertas a la verdad sobre la historia del universo. Al mismo tiempo Diana es envuelta por su propio laso y se traslada hacia el campo de batalla, donde emerge como una diosa brillante y dorada que ha llegado para responder a las plegarias de aquellos que pensaban que todo estaba por terminar.